¿Qué son las NFT?
Los NFT son una forma de criptoactivo que puede registrar la propiedad de un archivo digital como una imagen, video o texto. No hay garantía del valor de un NFT y el mercado está plagado de estafas, fraudes, falsificaciones y manipulación del mercado.
Los tokens no fungibles (NFT) son activos criptográficos en una cadena de bloques con códigos de identificación únicos y metadatos que los distinguen entre sí. A diferencia de las criptomonedas, no se pueden comercializar ni intercambiar en equivalencia. Esto difiere de los tokens fungibles como las criptomonedas, que son idénticos entre sí y, por lo tanto, pueden servir como medio para transacciones comerciales.
Los NFT son tokens criptográficos únicos que existen en una cadena de bloques y no se pueden replicar. Los NFT pueden representar elementos del mundo real como obras de arte y bienes raíces. La "tokenización" de estos activos tangibles del mundo real hace que comprarlos, venderlos y comercializarlos sea más eficiente al tiempo que reduce la probabilidad de fraude.
Los NFT también pueden funcionar para representar las identidades de las personas, los derechos de propiedad y más.
La construcción distinta de cada NFT tiene el potencial para varios casos de uso, como la representación digital de activos físicos, por ejemplo, bienes raíces y obras de arte.
Debido a que se basan en cadenas de bloques, las NFT también pueden funcionar para eliminar intermediarios y conectar a los artistas con el público o para la gestión de identidades. Los NFT pueden eliminar intermediarios, simplificar transacciones y crear nuevos mercados.
Gran parte del mercado actual de NFT se centra en coleccionables, como obras de arte digitales, cromos deportivos y rarezas.
Al igual que el dinero físico, las criptomonedas son fungibles, lo que significa que se pueden comerciar o intercambiar, una por otra. Por ejemplo, un bitcoin siempre tiene el mismo valor que otro bitcoin.
De manera similar, una sola unidad de éter siempre es igual a otra unidad. Esta característica de fungibilidad hace que las criptomonedas sean adecuadas como medio seguro de transacción en la economía digital.
Los NFT cambian el paradigma criptográfico al hacer que cada token sea único e irremplazable, lo que hace imposible que un token no fungible sea igual a otro.
Son representaciones digitales de activos y se han comparado con pasaportes digitales porque cada token contiene una identidad única e intransferible para distinguirlo de otros tokens. También son extensibles, lo que significa que puede combinar un NFT con otro para "crear" un tercer NFT único.
Al igual que Bitcoin, los NFT también contienen detalles de propiedad para una fácil identificación y transferencia entre titulares de tokens. Los propietarios también pueden agregar metadatos o atributos relacionados con el activo en las NFT.
Por ejemplo, las fichas que representan granos de café pueden clasificarse como comercio justo. O bien, los artistas pueden firmar su obra de arte digital con su propia firma en los metadatos.
Los tokens no fungibles son una evolución del concepto relativamente simple de las criptomonedas. Los sistemas financieros modernos consisten en sofisticados sistemas comerciales y de préstamo para diferentes tipos de activos, que van desde bienes raíces hasta contratos de préstamo y obras de arte.
Al permitir representaciones digitales de activos físicos, las NFT son un paso adelante en la reinvención de esta infraestructura. Sin duda, la idea de representaciones digitales de activos físicos no es novedosa ni lo es el uso de identificación única. Sin embargo, cuando estos conceptos se combinan con los beneficios de una cadena de bloques de contratos inteligentes resistente a manipulaciones, se convierten en una potente fuerza de cambio. Quizás, el beneficio más obvio de las NFT es la eficiencia del mercado. La conversión de un activo físico en uno digital agiliza procesos y elimina intermediarios.
Los NFT que representan obras de arte digitales o físicas en una cadena de bloques eliminan la necesidad de agentes y permiten a los artistas conectarse directamente con sus audiencias. También pueden mejorar los procesos de negocio.
Por ejemplo, una NFT para una botella de vino facilitará que los diferentes actores de una cadena de suministro interactúen con ella y ayudará a rastrear su procedencia, producción y venta durante todo el proceso. La consultora Ernst & Young ya ha desarrollado una solución de este tipo para uno de sus clientes.
Los tokens no fungibles también son excelentes para la gestión de identidades. Considere el caso de los pasaportes físicos que deben presentarse en cada punto de entrada y salida.
Al convertir pasaportes individuales en NFT, cada uno con sus propias características de identificación únicas, es posible agilizar los procesos de entrada y salida de las jurisdicciones. Ampliando este caso de uso, las NFT también pueden cumplir un propósito de gestión de identidad dentro del ámbito digital.
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