El ganador del premio Pulitzer, David Blight, ha tratado de crear conciencia sobre los esclavos liberados que decoraron las tumbas de los soldados y, según su libro "Race and Reunion, the Civil War in American Memory". Describe una conmemoración organizada por esclavos liberados y algunos misioneros blancos que tuvo lugar el 1 de mayo de 1865 en Charleston, Carolina del Sur, en una antigua pista de carreras de plantadores donde los confederados mantuvieron cautivos a los soldados sindicales durante los últimos años de la guerra. Al menos 257 soldados murieron, muchos de ellos por enfermedades y fueron enterrados en tumbas anónimas.
Los residentes negros de Charleston decidieron darles un entierro adecuado, por lo que aproximadamente diez dÃas antes del evento, aproximadamente dos docenas de afroamericanos de Charleston reorganizaron las tumbas en filas y construyeron una cerca blanca de 10 pies de altura a su alrededor.
Un arco en lo alto decÃa "Mártires del hipódromo" en letras negras. Alrededor de 10.000 personas, en su mayorÃa residentes negros, participaron en el tributo del 1 de mayo, según la cobertura en ese entonces en el Charleston Daily Courier y el New York Tribune. A partir de las 9:00 am, unos 3.000 escolares negros desfilaron por la pista de carreras sosteniendo rosas y cantando la canción sindical "El cuerpo de John Brown" y fueron seguidos por adultos que representaban a las Sociedades de Ayuda para Hombres y Mujeres Negros Liberados.
Los pastores negros pronunciaron sermones y dirigieron a los asistentes en oración y cantos espirituales. James Redpath, el director blanco de Freedmen's Education en la región, organizó alrededor de 30 discursos de funcionarios sindicales, misioneros y ministros negros. Los participantes cantaron canciones patrióticas y por la tarde unos tres regimientos sindicales blancos y negros marcharon alrededor de las tumbas y organizaron un simulacro. El New York Tribune describió el tributo como una procesión de amigos y dolientes como Carolina del Sur y los Estados Unidos nunca antes habÃan visto que las tumbas parecieran una masa de flores. Este fue el homenaje que dio origen a una tradición americana. Como escribió David Blight en su libro Race and Reunion, la guerra habÃa terminado y los afroamericanos habÃan fundado el dÃa conmemorativo en un ritual de recuerdo y consagración. El DÃa de los CaÃdos se convirtió en feriado nacional en 1889 y pasó un siglo antes de que se trasladara en 1968 al último lunes de mayo, donde permanece hoy. El tributo del dÃa conmemorativo de los esclavos liberados, que no se recuerda mucho, es muy emblemático de la lucha que seguirÃa a medida que los afroamericanos luchan por ser plenamente reconocidos por sus contribuciones a la sociedad estadounidense y continúa hasta el dÃa de hoy.